domingo, 9 de junio de 2013

Imposible

Y de repente, algo cambia. El sol desaparece, las nubes se apoderan del azul celeste que invadía, hace nada, cada mirada perdida hacia un imposible. Y ahora ya, no hay Azul, ahora ya solo hay Gris. Ya solo existe un color inerte y carente de calidez. Un imposible, que ahora, se ve más lejano todavía. Un imposible que llenaba de paz y tranquilidad cada destello hacia el horizonte, cada amanecer con su aurora, cada atardecer con su alba, cada noche con sus estrellas. Un cielo claro, que ahora se esconde tras unos nubarrones cargados de agua, oscuridad y frío. Llover, nevar, granizar... ¡Qué más da! Si al final siempre te calas. De arriba abajo, el frío se apodera de ti. Y no puedes hacer nada, nada. Ya solo queda esperar con anhelo que esas nubes den un respiro, y que en el amanecer, el atardecer, las tardes, las mañanas e incluso las noches con su oscuridad, podamos ver de nuevo destellos de luz para poder perdernos con ellos, en un imposible…

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