domingo, 17 de noviembre de 2013

Soplo de aire fresco

Lluvia en mi ventana, asoma y vislumbra, temporal. Difracción de luz tras las gotas ancladas en el frío vidrio. Distorsión del paisaje por tal sustancia vital. Distorsión, vital, en contra de la realidad. El temporal exterior se supone, pero no se llega a percibir con claridad. Necesitar el aire fresco trasportando ese inconfundible olor a tierra mojada. Necesitar respirar y sentir la libertad en soplos de viento. Abrir tal ventana y encontrar que el temporal azota fuertemente, ahora ya, mi rostro, que con gran tristeza, vuelve a cerrar la ventana. Vuelve a cerrarla, o eso dicta el instinto. No obstante, ese escandaloso soplo de aire da alas a seguir esperando para volver abrir esa ventana, y que tan solo aire fresco, cargado de tierra mojada, cale mis pulmones ahogados en mi propio entorno.